jueves, 21 de agosto de 2014

Malleus maleficarum: El Martillo de las Brujas

En la cuarta entrega del libro Patas Arriba, de Eduardo Galeano, hemos mencionado como texto fundador del Derecho Penal El martillo de las brujas (Malleus maleficarum), y dijimos que era un manual de la Inquisición escrito contra la mitad de la humanidad y publicado en 1546, dedicando los inquisidores todo el manual, desde la primera hasta la última página, a justificar el castigo de la mujer y a demostrar su inferioridad biológica. Pero, ¿qué contenía realmente este libro? ¿Cuál es su importancia actual?

Como una breve introducción, podemos decir que se trata de un libro imprescindible si queremos entender la histeria colectiva y los asesinatos que en la Edad Media y aún durante el Renacimiento la Iglesia cometió contra miles de hombres y mujeres acusadas de hechicería. Este libro contó con la aprobación del Papa Inocencio VIII y es, quizá, el más claro ejemplo de cómo la Religión de la mano con el poder político llegó a sumergir en la más cruenta ignorancia y atraso a una porción de la Humanidad. Durante 200 años, éste fue el libro de referencia en los procesos contra la Brujería realizados por la Santa Inquisición. Pero veamos un poco más en profundidad qué significó este libro para la Santa Inquisición y por qué ha llevado a que el ilustre penalista  Eugenio Raúl Zaffaroni afirme que es el texto fundador del derecho penal.
El Malleus Maleficarum es uno de los libros más oscuros y nocivos en la historia de la Humanidad Carl Sagan, escritor y eminente astrofísico estadounidense, dijo de esta obra que en ella "se aplicaban las torturas más horrendas" y que "en el Malleus se aconsejaba: "no dejarás viva una bruja". Así se quemaron legiones de mujeres en la hoguera.

El Malleus Maleficarum

Este manuscrito fue hecho para probar la existencia de las brujas y compartir información sobre cómo combatir la brujería en el siglo XV, texto que recoge ejemplos y anécdotas de casos sobre herejes en la región europea. El libro fue publicado en 1486 en Alemania como una recopilación de creencias sobre la brujería, explicaciones sobre muchos aspectos intrincados de la misma y métodos para su erradicación, sirvió como una importante herramienta durante el período de histeria producido por la cacería de brujas de mediados del siglo XVI.

Este texto se convirtió en la guía más influyente para perseguir herejes y brujas. Su traductor, Montague Summers, lo describió como: "Uno de los libros más importantes, sabios e influyentes del mundo". La revolución de la imprenta del siglo XV permitió que el libro esté al alcance de las masas y por dos siglos fue el segundo texto más vendido, después de la biblia.

La impronta que el Malleus Maleficarum dejó como testimonio de la estupidez humana (ilimitada según Albert Einstein) es algo que la Historia nunca olvidará. Gracias a esta oscura obra se condenó a medio millón de brujas entre los siglos XVI y XVII. Por él, en apenas tres meses, cinco mil mujeres fueron juzgadas en Génova, siete mil en Trier y, en los famosos Juicios de Salem llevados a cabo en USA a fines del siglo XVII, cuatrocientas brujas sintieron el peso del martillo inquisitorial: 230 siendo quemadas en público frente a las masas histéricas y fanáticas, viente siendo atrozmente degolladas y, con algo de suerte y "misericordia" de los jueces, 150 fueron a parar a prisión.

EL MARTILLO DE LOS EMBUSTEROS

En realidad el Malleus Maleficarum nunca fue oficialmente aprobado. De hecho, lo único que a nivel oficial Heinrich Kramer (conocido también como Heinrich Institoris) y Jacob Sprenger (sus autores) consiguieron, fue un decreto papal de Inocencio VIII emitido el 5 de diciembre de 1484, decreto éste que les otorgaba poderes para procesar brujas en Alemania y que había sido emitido antes de que el libro fuese escrito y sus siniestros métodos divulgados. No obstante, a pesar de eso los dos inquisidores colocaron dicho decreto dentro del libro como para dar la idea de que el papa aprobaba las atrocidades que ellos desarrollaban a lo largo de las páginas del Malleus Maleficarum.

Previamente a todo lo anterior, en mayo de 1487 los dos inquisidores presentaron su obra a la Facultad de Teología de la Universidad de Colonia. Como era de esperarse, los clérigos de la universidad rechazaron a la obra por ilegal, por carente de ética y por tener una demonología que no concordaba del todo con la doctrina católica. Lejos de rendirse, Kramer tuvo la maquiavélica osadía de no solamente publicar el libro sino también incrustar una falsa nota de apoyo por parte de la Universidad de Colonia.

Pese a que poco después de su publicación la Iglesia proscribió el libro, entre 1487 y 1520 la obra fue publicada unas 13 veces, y entre 1574 y 1669 se la publicó de nuevo unas 16 veces; naturalmente, la abundancia de publicaciones se debió en parte -al menos en sus comienzos- a que muchos ignoraban la desaprobación oficial y se fiaban de la falsa nota de Kramer; aunque, en etapas posteriores, su difusión prosiguió debido a la gran sed popular de soluciones contra la brujería.

Kramer fue denunciado por la Inquisición en 1490, pero a pesar de todas estas dificultades el autor pudo llevar una buena vida pues fue solicitado en 1495 para dar clases en Venecia. El 31 de enero de 1500, el rey Alexander VI lo nombró nuncio apostólico e inquisidor de Bohemia y Marovia, dedicándose a partir de eso a perseguir la secta de disidentes valdenses y brujos picardos. Poco después, Kramer falleció en el año 1505 en Bohemia.

En cuanto a la Iglesia Católica, ésta jamás reconoció que el Malleus Maleficarum fuese usado por sus fieles, pero la Iglesia Protestante sí lo usó para sus juicios de brujas. Es así que en gran medida se explica, más allá de lo anteriormente dicho, el porqué se difundió tanto el libro pese a la prohibición del clero católico. Y es que no resulta extraño que fuese la Iglesia Protestante la principal responsable de llevar a la práctica las brutalidades del Malleus Maleficarum; ya que, como es sabido, la Iglesia Protestante es mucho más radical que la Iglesia Católica en tanto que aboga por una interpretación mucho más literal de las escrituras, tiene una actitud mucho más moralista y sus seguidores han sido y siguen siendo individuos llenos de fervor, fanatismo y actitudes de condenación moral hacia los otros.

CONTENIDO DEL MANUSCRITO

El Malleus Maleficarum se traduce del latín como: "El martillo de brujas" o "Hexenhammer" en alemán. Este manuscrito asegura que hay tres elementos necesarios para la brujería: el primero es la bruja "malvada", seguido por la ayuda del Diablo y finalmente el permiso de Dios. Por estos motivos el libro fue dividido en tres secciones.

La primera sección fue hecha para refutar cualquier negación sobre la existencia de la brujería y así promover la justicia divina. Habla también sobre la existencia del Diablo y la habilidad que posee para realizar eventos sorprendentes, poder que existe para ayudar a las brujas, sólo si tiene el permiso de Dios. También aclara que los rituales del Demonio son más poderosos cuando hay sexo de por medio, lo cual en parte se relaciona con la creencia de que las mujeres son más sexuales que los hombres en virtud de una supuesta naturaleza más débil de voluntad e intelecto y por ende más propensa a las tentaciones de la carne. En el texto dice que las lujuriosas brujas tienen relaciones con el Diablo para así tener acceso a todos sus poderes. De acuerdo con el Malleus Maleficarum, la brujería proviene de la maldad innata del ser humano antes que de la influencia de los astros o de los demonios. 

En la segunda sección, los autores explican cómo funciona el poder de las brujas, los sortilegios que usan y los remedios usados para protegerse de la brujería. Hablan de las herramientas empleadas en estrategias para reclutar nuevos miembros, haciendo que algo malo le suceda a la vida de una persona, y ésta se vea obligada a recurrir a las brujas. También dicen que las brujas presentan demonios tentadores a las jóvenes del pueblo para que las corrompan y se conviertan en sirvientas del Diablo. Sprenger y Kramer explican cómo las brujas hacían pactos con el Diablo a cambio de poder, siendo aquellos conocimientos adquiridos principalmente durante su experiencia en las inquisiciones.

Dentro de la tercera sección se encuentra el aspecto técnico y legal del manuscrito, cubriendo todos los pasos necesarios para detectar y combatir la brujería dentro y fuera de la corte. Presenta los métodos más comunes, como el proceso de acusaciones hasta los tipos de interrogación. En el texto enseñan a los jueces a engañar al acusado prometiendo misericordia si confesaba su culpa. Esta sección también muestra cuándo se creía en el testimonio del acusado y en la necesidad de eliminar amenazas, aunque también enseña cómo los rumores del pueblo pueden llevar a cualquier persona a juicio y cómo si existía mucha oposición era obvio que el acusado era hereje. Finalmente, aclaraba que los inquisidores estaban protegidos por Dios y que las mujeres que no lloraban durante su juicio debían ser declaradas brujas de inmediato.

PERCEPCIONES MALÉFICAS

Debido a que el manuscrito se refiere a las mujeres como brujas, se cree que los autores odiaban al sexo opuesto (eran misóginos). Por esta razón inclinan más a las mujeres hacia la brujería, por ser, según ellos, más susceptibles a las tentaciones de los demonios y, al ser más carnales, tener menos fe que los hombres. El historiador Michael Bailey asegura que las mujeres de carácter fuerte eran acusadas de ser brujas y también aquéllas que no seguían las normas de vestimenta femenina, incluso el nombre Malleus Maleficarum es un título en femenino que, en su etimología, alude a las mujeres como villanas. En masculino el texto se escribiría "Malleus Maleficorum". Este manuscrito acusaba a las brujas de practicar infanticidio, canibalismo, realizar hechizos malvados para lastimar a sus enemigos y también les atribuía el poder de causar impotencia en los hombres y distintas enfermedades. No se puede negar el sexismo de este manuscrito ya que promueve a las mujeres como criaturas débiles, inferiores y más propensas al mal que el hombre.

Sin embargo, el Malleus Maleficarum sí consiguió información interesante de la época, ya que algunas brujas confesaron poder convertirse en animales. Ante esto los inquisidores sospechaban que el demonio las engañaba con ilusiones para atraparlas; también discute sucesos como volar, causar tormentas y destruir cosechas. Asimismo, deja la duda de que quizá algunas brujas tenían hijos de demonios en la Tierra.

En cuanto a su estilo, la escritura de esta guía es seria y sin humor, y aunque la información que contiene es difícil de creer, es presentada como segura.

El Malleus Maleficarum no es un libro original, es una extensa y ordenada recopilación de trabajos previos como los textos de Visconti y el famoso Formicarius escrito por Johannes Nider en 1435. Este manuscrito fue influenciado fuertemente por ideologías humanistas de temas antiguos como la Astronomía, Filosofía y Medicina, tendencias que fueron estudiadas nuevamente tras encontrarse viejos textos.

Aunque el Malleus Maleficarum fue prohibido por la Iglesia Católica, se convirtió en el manual más importante de los cazadores de brujas y los inquisidores de la Europa medieval. En la actualidad existe una traducción completamente nueva, gracias a Christopher S. Mackay, el texto fue publicado por el Cambridge University Press en noviembre de 2006. Este libro también ha hecho su aparición en la popular serie de televisión Supernatural en un episodio que lleva su nombre.

SUMARIO DE LAS CREENCIAS

El actual estereotipo de la bruja como una mujer de edad mayor, que vuela en una escoba acompañada por un gato, que participa en aquelarres nocturnos adorando al diablo, que forma parte de un grupo clandestino que realiza sacrificios humanos y ritos sacrílegos y que conoce todo tipo de pociones mágicas y maleficios se remonta a la antigüedad. Los cristianos fueron acusados de realizar este tipo de actos en la época del Imperio Romano: durante el siglo II fueron acusados de celebrar reuniones clandestinas en las cuales degollaban niños y mantenían relaciones sexuales no convencionales y adoraban animales. En otras épocas fueron los judíos los acusados de practicar este tipo de aquelarres. Siempre se trataba de grupos minoritarios vistos con malos ojos por la mayoría y los gobernantes. El Malleus Maleficarum fue un compendio de todas estas fantasías. Las brujas, en su mayoría mujeres, eran allí acusadas de ser responsables de todos los males de la sociedad.

El Malleus Maleficarum colaboró en crear el caldo de cultivo apropiado para perseguir a miles de personas en su mayoría mujeres, brujos y brujas, hechiceras y hechiceros, curanderos y curanderas, parteras y médicas hasta el siglo XVII. Entre 1450 y 1750 se da la llamada caza de brujas, uno de los acontecimientos más terribles de la historia de Europa.

Misoginia

Tanto Kramer como Sprenger eran prolíficos escritores y parte del Malleus Maleficarum es un resumen de un exhaustivo manuscrito sobre brujería escrita por Kramer. Generalmente, basado en la frase bíblica "A los hechiceros no los dejarán con vida" (Éxodo 22:18), el libro también echa mano de obras de Aristóteles, la Biblia, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino para respaldarse. El sexismo y la misoginia del libro es innegable -como ya hemos dicho más arriba-: la creencia de los autores de que las mujeres eran criaturas inferiores, más débiles y fácilmente corruptibles está enfatizada a lo largo de toda la obra.

La misoginia del libro se apoya en la de la tradición cristiana. A pesar de que es la primera vez que se establece un vínculo directo entre la mujer y la herejía de la brujería, para eso reúnen una serie de ideas ya existentes pero dispersas sobre la mujer que toman del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, de la antigüedad clásica, de autores católicos medievales y de los padres de la Iglesia. Para el cristianismo la virginidad siempre fue un ideal y, según el Malleus Maleficarum, la mujer es peligrosa por su sexualidad a pesar de ser necesaria para la reproducción.

Según el Malleus Maleficarum, toda la brujería proviene del apetito carnal que en las mujeres es insaciable. La superstición se encuentra ante todo en las mujeres y la mayor cantidad de los brujos son del sexo frágil porque las mujeres son más crédulas, más propensas a la malignidad y embusteras por naturaleza. El pecado que nació de la mujer destruye el alma al despojarla de la gracia y todos los reinos del mundo han sido derribados por mujeres. Una mujer es hermosa en apariencia, contamina al tacto y es mortífero vivir con ella. Existen tres vicios generales que tiene un especial dominio entre las mujeres: la infidelidad, la ambición y la lujuria.

Tomado como un todo, el Malleus Maleficarum declara que algunas cosas confesadas por las brujas, tales como transformaciones en animales, eran meras ilusiones inducidas por el Demonio para atraparlas, mientras otros actos, como por ejemplo volar, causar tormentas y destruir plantaciones, eran reales. El libro habla detalladamente sobre los actos licenciosos y promiscuos cometidos por las brujas, su habilidad de crear impotencia sexual en los varones e incluso da espacio a la pregunta sobre si los demonios podrían ser los padres de los hijos de las brujas. 

LA POLÉMICA SOBRE LA REALIDAD DE LA BRUJERÍA

Los renacentistas italianos

Algunos filósofos renacentistas, como Marsilio Ficino, creyeron en la realidad de la brujería, pero hubo otros, como Pietro Pomponazzi, que la cuestionaron. Más contundente en su impugnación del Malleus... fue el jurisconsulto Gian Francesco Ponzinibio, quien partiendo del Canon Episcopi niega los vuelos de las brujas y otras fantasías atribuidas a ellas. Sus críticas a la creencia en las brujas fueron rechazadas por el Inquisidor Bartolommeo de Spina que lo acusó de hereje. El eclesiástico Samuel de Cassini, en un opúsculo publicado en Milán en 1505, también negó la realidad de los actos de los que se acusaba a las brujas, que fue respondido inmediatamente por el dominico de Pavía Vicente Dodo. La misma línea inquisitorial de Spina y de Dodo fue defendida por Paolo Grillandi en un libro sobre sortilegios, herejías y cópulas carnales, en el que contaba casos de brujería en los que había ejercido como juez en el sur de Italia, como en el ducado de Spoleto, y de las supuestas reuniones que mantenían las brujas en Benevento. Pero la obra de Grillandi y la de otros que defendían la realidad de la brujería fue criticada por Andrea Alciato, Girolamo Cardano, Andrea Cesalpino y Giambattista della Porta.

La experiencia del doctor Laguna en Metz


En Metz, el doctor Andrés Laguna llevó a cabo una experiencia hacia 1545 para demostrar que la acusación de brujería a una pareja de ancianos encarcelados por haber causado una grave enfermedad al duque de Lorena, del que Laguna era su médico, no tenía fundamento. Cogió el ungüento de color verde y fuerte olor que se descubrió en el lugar donde vivían los dos supuestos brujos y se lo aplicó a una paciente suya que padecía de insomnio. Entonces la mujer cayó en un profundo sopor durante el cual soñó cosas disparatadas, lo que convenció al doctor Laguna de que lo que decían los brujos y brujas era producto de alucinaciones. Sin embargo, su "experimento" no logró convencer a los jueces, y la supuesta bruja fue quemada y el marido murió poco después en circunstancias misteriosas. Al poco tiempo murió el duque y Laguna abandonó Metz.

Sacro Imperio Romano-Germánico

El Malleus tuvo una réplica inmediata por parte de un abogado de Constanza, Ulrico Molitor, que publicó De Iamiis et phitonicis mulieribus, en el que negaba la realidad de los vuelos de las brujas y otros prodigios atribuidos a ellas, inspirándose en la doctrina del Canon Episcopi. El libro tuvo varias ediciones y fue muy apreciado por sus grabados en los que se mostraban las supuestas acciones de las brujas. Sin embargo, el abogado opinaba que éstas debían ser castigadas por su apostasía y corrupción.

Por su parte los reformadores Lutero, Melanchton y otros creían firmemente en el poder de los maleficios, en la presencia del Demonio y en la realidad de los vuelos y metamorfosis de las brujas.

El médico Johann Wier, discípulo de Heinrich Cornelio Agrippa, escribió en francés un libro editado en París en 1579 en el que recogió todas las opiniones contrarias a la realidad de los actos atribuidos a las brujas, e incluso a los demonios. Según Caro Baroja, Wier "niega que el mismo Demonio ponga su poder al servicio de éstas [las supuestas brujas] y que, por lo tanto, se verifiquen realmente sus propósitos y que tenga lugar el pacto de mutuo acuerdo. El Demonio lo único que hace es engañarlas, apoderándose de su espíritu. Ahora bien, se comprende que para esto escoja a la gente más propicia, o sea los débiles, melancólicos, ignorantes, maliciosos, etc. Y como éstos abundan más entre las mujeres que entre los hombres, es natural también que entre ellas haya más captadas".

IMPORTANCIA HISTÓRICA DEL MALLEUS MALEFICARUM

Con el Malleus Maleficarum es la primera vez en la historia que aparecen integrados en un mismo escrito la criminología, o sea, el origen del mal, con el derecho penal, es decir las manifestaciones del mal y la criminalística, o sea, los datos necesarios para descubrir el mal en la práctica.

Es la primera vez en la historia que aparece en forma sistematizada una teoría sobre el origen del crimen, es decir, una etiología del crimen.

Esta estructura discursiva que legitima la violencia del poder punitivo permanece sin grandes cambios hasta el presente, lo único que se va modificando en cada nueva generación son sus contenidos internos. En casi todas las masacres históricas en los estados policiales donde el derecho jurídico y las garantías constitucionales se pierden se reproduce la estructura discursiva heredada del Malleus Maleficarum.

Desde la publicación del Malleus Maleficarum hasta nuestros días siguen apareciendo instrumentos discursivos inquisitoriales con idéntica estructura: se trata de una emergencia y, como es una amenaza extraordinaria que supone un riesgo para los cimientos de toda nuestra cultura y la humanidad entera, se deben tomar medidas extraordinarias para combatirla.

La supuesta emergencia es una forma de legitimar el desenfreno del poder punitivo que eliminando al supuesto peligro, y a todos sus cómplices, logra verticalizar el poder social cada vez más, generando los cimientos de un estado de paranoia colectivo que le permite al poder ejercerlo sin frenos ni límites eliminando cualquiera opositor. Si alguien duda de que la acusada sea una bruja es porque está también poseído por Satanás.

El resultado del discurso inquisitorial impuesto por el Malleus Maleficarum es que el temor a la supuesta emergencia es utilizado por el poder punitivo para eliminar cualquier obstáculo que se le presente. Cualquier persona que se oponga a ese poder punitivo será acusado de cómplice del mal, enemigo de la patria o un idiota útil a intereses foráneos y será condenado sin garantías ni derecho a la defensa.

La estructura del discurso del Malleus Maleficarum es la siguiente:

  1. Este crimen es el más grave de todos los conocidos hasta ahora y la frecuencia de las brujas es tan alarmante en la actualidad que estamos ante una emergencia que sólo podrá combatirse mediante una guerra.
  2. Todo aquel que dude de la existencia de esta emergencia será considerado hereje, cómplice, hechicero.
  3. Los inquisidores son infalibles y puros y los enemigos son inferiores.
  4. La condena es prueba suficiente de culpabilidad.
  5. Cualquier cosa que se salga de lo usual resultará sospechosa. Se garantiza la continuación de la masacre mediante la tortura que apunta a delatar cómplices que a su vez serán torturados para delatar.
El resultado es que termina reduciéndose el poder jurídico o derecho jurídico a la coerción directa o derecho administrativo policial porque contra el Mal, contra el enemigo, todo vale y si se cometen excesos son perdonables en aras de ese objetivo superior a todo que es salvar a la humanidad.


APÉNDICES

1- Uno de los fragmentos más absurdos del Malleus Maleficarum:

"¿Qué cabría pensar de semejantes hechiceras que... coleccionan órganos viriles en gran número, tantos como veinte o treinta, y los colocan en nidos de pájaro, o los encierran en cajas, donde se mueven como miembros vivientes y se nutren de avena y maíz?... Todo es obra del demonio y del engaño... Ya que cierto hombre me dijo que, cuando perdió su miembro, fue a ver a una conocida bruja para solicitar que se lo restituyera. Le dijo al afligido hombre que subiese a un árbol determinado y tomase el que le gustara más del nido en el cual había varios miembros. Y al elegir uno grande, la bruja le dijo: 'No debes coger ése'; y añadió: 'Porque pertenece a un cura de la parroquia'."

2- Recomendaciones para quienes quieran saber mucho más:

La primera recomendación que les hacemos es la lectura del libro El mundo y sus demonios de Carl Sagan, un astrónomo, astrofísico, cosmólogo, divulgador científico y escritor estadounidense del siglo XX. Él (una de las mentes más brillantes del s. XX) allí explica muchos procesos históricos relacionados con la brujería y el oscurantismo en general, además de otras cuestiones más vinculadas a la Ciencia, sus métodos, características y procesos argumentales; ya que, en general, el libro es un ataque a la Pseudociencia y la superstición y una apología de la Ciencia. Así, a pesar de la variedad de temas del libro, aquella parte en que habla del Malleus Maleficarum es ciertamente esclarecedora. 

Así como también pueden leer el libro Malleus Maleficarum. O si les resulta muy pesado, en este enlace hay un resumen, basado en la investigación, sobre el mismo.


FUENTE: Demonologia.net. Wikipedia

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