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sábado, 18 de octubre de 2014

Manifiesto contra la #RiquezaqueEmpobrece

La Alianza Española contra la Pobreza desde hace muchos años convoca a la ciudadanía para movilizarse contra las causas de la pobreza y la desigualdad. Sabemos que la pobreza es cada vez más extrema, intensa y crónica. Vivimos una crisis global y compleja que se basa y a la vez profundiza las desigualdades. Los intentos de salida de la crisis de carácter antisocial, basados en recortes de gasto social, agravan la situación de las poblaciones más vulnerables.

Existen compromisos internacionales, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los protocolos de Derechos Humanos, la Carta de las Naciones Unidas, o el Protocolo de Kyoto, por mencionar algunos, que sistemáticamente se incumplen, dentro y fuera de nuestro país. Tal es el caso de los ODM o de los derechos económicos, sociales, culturales, laborales, políticos y civiles (en muchos casos).

Ahora nos encontramos ante un momento de crisis sistémica en el que se puede dar un cambio de rumbo hacia el cumplimiento de todos los derechos humanos o continuar por la misma senda del aumento de las desigualdades, pobreza y del autoritarismo. No bastan las buenas intenciones: queremos cambios reales para el futuro que deseamos.

Es urgente cambiar este sistema que genera riqueza para el 1% y un empobrecimiento generalizado para el resto de la población, tanto en nuestro país como en el resto del globo. Un sistema que fomenta la guerra para el control geoestratégico de los recursos, la destrucción de la naturaleza y las desigualdades sociales.

El proceso de acumulación del capitalismo, reforzado por la dinámica financiera, ha generado un modelo económico que ejerce una fuerte presión en el conjunto de los límites físicos del planeta (agotamiento de los recursos no renovables, falta de acceso al agua, contaminación atmosférica, etc.) y los equilibrios ecológicos.

Es imperativo poner freno a las políticas locales, estatales y globales, que polarizan la sociedad e incrementan el sufrimiento de las personas. En concreto, se necesitan cambios radicales en dos frentes: la obtención de los recursos públicos y la manera de invertirlos a través de los servicios públicos y el sistema de protección social.

Es necesario un reparto justo de las riquezas y que este reparto se visibilice en políticas públicas sociales como la Sanidad, Pensiones, Educación, Cooperación, Servicios Sociales, Igualdad, Dependencia, entre otras.

Sabemos cuáles son los problemas y conocemos muchas de las causas estructurales que generan desigualdades; pero también sabemos que existen soluciones reales y factibles. No pararemos hasta conseguir el mundo que queremos. Queremos un compromiso real a través de la participación y movilización colectiva, con el fin de:
  • Acabar con la economía especulativa y tener una economía al servicio de las personas.
  • Potenciar alternativas que permitan a la naturaleza regenerarse y a todas las personas mantener una buena calidad de vida.
  • Desarrollar servicios públicos, de calidad y universales para que todas las personas tengan una vida digna.
  • Crecer para el buen vivir y no para la acumulación de riqueza y el consumo irracional.
  • Dejar atrás el individualismo y la competitividad y cambiarlos por la cooperación y la solidaridad entre las personas y los pueblos.
  • Reconocimiento del valor y fomento de la paz como bien intangible para personas, pueblos y con la naturaleza.
Éstas son nuestras reivindicaciones políticas para conseguir este cambio:
  • Una fiscalidad justa y equitativa, con un sistema tributario y un gasto público que redistribuyan la riqueza y combatan las desigualdades, invirtiendo en los servicios públicos, la protección social y la promoción del empleo decente con el fin último de luchar contra la pobreza y la exclusión, y garantizar la justicia y la cohesión sociales de nuestros barrios, pueblos y ciudades.
  • Políticas y presupuestos cuyo eje principal sea la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y la garantía de unos servicios sociales básicos de calidad.
  • Es necesario crear mecanismos internacionales que puedan mejorar y ampliar los marcos teóricos y científicos con los que se toman las decisiones políticas globales en el contexto de la nueva agenda. Desde la Alianza, proponemos la creación de un Panel Internacional para Erradicar la Pobreza y la Desigualdad que asuma, junto a otras instituciones, esta función.
  • Transparencia y rendición de cuentas en éstas y todas las medidas que puedan tener consecuencias en materia del disfrute de todos los derechos humanos.
  • Queremos que el Estado cumpla con su compromiso de lograr el 0,7% AOD/RNB de acuerdo con los compromisos internacionales adquiridos. La crisis económica no debería ser causa de una regresión respecto al porcentaje del RNB dedicado a la cooperación internacional.
  • El gobierno español y los gobiernos autonómicos y locales han de cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos, sin olvidarse de que éstos son civiles, políticos, económicos, sociales, culturales, laborales, medioambientales, de género, y que conllevan obligaciones aquí y más allá de sus propias fronteras.
  • Es imprescindible apuntar hacia la completa erradicación de los paraísos fiscales. A corto plazo es imperativo actuar decididamente contra la impunidad y la opacidad.
  • Es necesario que se implante el Impuesto sobre las Transacciones Financieras y se aplique en su totalidad, incluyendo la compraventa de acciones, bonos y derivados, y que su recaudación sea destinada a las políticas sociales, a la cooperación al desarrollo y a la protección del medio ambiente.
  • Es necesario frenar el avance desmedido de la desregulación de los mercados, por los efectos que esto puede tener en el mundo entero aumentando las desigualdades y la pobreza. Es necesario que se frene el Tratado Transatlántico de Inversiones entre Estados Unidos y la Unión Europea que se está elaborando a espaldas de la ciudadanía.
En definitiva, cambiar LA RIQUEZA QUE EMPOBRECE POR LA OTRA RIQUEZA DE LA COLABORACIÓN, PARTICIPACIÓN Y CREATIVIDAD QUE NOS PROCURA UNA VIDA DIGNA DE SER VIVIDA POR TODAS LAS PERSONAS.


FUENTE: POBREZA CERO

La pobreza es una violación de los Derechos Humanos



El 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Como es habitual, en torno a esta fecha, no dejaremos de escuchar alegatos sobre la importancia de la lucha contra la pobreza, de acabar con la desigualdad y de ayudar al desarrollo de los países que más lo necesitan. Sin embargo, deberíamos lanzarnos una pregunta: ¿Realmente queremos acabar con la pobreza? Desde la sociedad civil, la respuesta a esta cuestión resulta bastante clara: Sí. No obstante, parece que quienes cuentan con los mecanismos para actuar contra la pobreza, la desigualdad y sus negativos efectos sobre los Derechos Humanos, no están dispuestos a combatirla.

El pasado mayo, la Relatora Especial sobre Pobreza Extrema y Derechos Humanos presentaba un informe en el que señalaba que los impuestos son elementos determinantes para luchar contra la desigualdad, reducir la pobreza y fomentar el desarrollo de los Derechos Humanos. En su informe, destacaba como esencial que sean los Derechos Humanos los que guíen las prácticas de recaudación de ingresos por parte de los Estados. Según la Relatora, las políticas fiscales y los mecanismos de recaudación pueden fortalecerse a través de un enfoque basado en los Derechos Humanos. Asimismo, deben ser los principios de igualdad, no discriminación y la obligación de cooperación y asistencia internacional los que den forma a las políticas fiscales. 

Por lo tanto, no sólo es importante una política fiscal realmente redistributiva que reduzca la desigualdad, también es necesario que los ingresos recaudados se destinen a políticas concretas de lucha contra la pobreza. La semana pasada, la Alianza Española contra la Pobreza, plataforma que agrupa a más de mil organizaciones, denunciaba que la reforma fiscal aprobada por el Gobierno español fomenta la desigualdad y viola los Derechos Humanos. Un dato alarmante si tenemos en cuenta que España es el segundo país más desigual de toda la Unión Europea.


A pesar de que la situación en España es preocupante, no podemos olvidarnos de aquellas zonas del planeta donde la pobreza se ha incrustado en el día a día de las personas. Si los datos sobre pobreza en nuestro país son pavorosos, en las zonas más desfavorecidas del planeta son el vivo ejemplo de nuestros fallos como sociedad y de la escasa importancia que otorgamos a los Derechos Humanos. En esta línea podemos fijarnos en herramientas habitualmente demandadas para luchar contra la pobreza mundial como es el caso de la conocida como Tasa Robin Hood, un impuesto destinado a las transacciones que realizan las entidades financieras entre sí. En este momento, once países de la Unión Europea, entre ellos España, trabajan para implantar el Impuesto sobre las Transacciones Financieras en el próximo año.

Aunque existen abundantes figuras tributarias globales que podrían destinarse a trabajar por el fin de la pobreza mundial, es necesario también luchar con problemas como los paraísos fiscales, la especulación financiera y los abusos de las empresas transnacionales. Como señala Irene López, de InspirAction, "de nada vale la ayuda si no se cambian las reglas del juego del comercio y de las finanzas mundiales, que perjudican a los países empobrecidos".

La lentitud en aprobar medidas contra la pobreza, contrasta con la facilidad con la que se producen normas para favorecer la desregulación de los mercados o la escasa lucha contra los paraísos fiscales. Los países desarrollados tardan en aplicar medidas como el Impuesto a las Transacciones Financieras mientras son rápidos en desarrollar políticas de liberalización de la economía como el Acuerdo de Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés). Un acuerdo que, según varias asociaciones, podría poner en peligro los servicios públicos y que, por ejemplo, permitirá a las grandes corporaciones demandar a los Estados si sus legislaciones no les permiten obtener los beneficios deseados. Se trata, además, de una negociación que se está llevando a cabo de forma poco transparente y de espaldas a la ciudadanía. 



Acuerdos como el TTIP nos recuerdan que vivimos en un mundo interconectado. Pero cuestiones como la crisis del ébola nos han hecho conscientes de que los problemas que se producen lejos de nuestras fronteras no nos son tan ajenos. Con todo, el ébola no es la principal causa de muerte en África, enfermedades como las diarreicas son la tercera causa de muerte en los países del Sur. Lo que pone de relieve que la pobreza es el principal problema y destaca la importancia de la Ayuda Social al Desarrollo (AOD). Una ayuda que, desde el inicio de la crisis, se ha ido reduciendo en España. Nuestro país ha recortado un 70 por ciento en cooperación en los últimos tres años. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015 anuncian un aumento del 5 por ciento. Una cifra que resulta irrisoria si la comparamos con la reducción a la que había sido sometida durante estos años. España destinará 1.797,55 millones de euros a Ayuda Oficial al Desarrollo, lo que supone un 0,17 por ciento de la Renta Nacional Bruta, muy lejos del objetivo del 0,7 por ciento y muy por debajo de la media europea, un 0,5 por ciento. Mientras, países como Irlanda o Portugal, destinan un 0,48 y un 0,27 por ciento, respectivamente.

Ante este panorama, de poco sirve que la sociedad civil no descanse en ofrecer soluciones a problemas como los aquí enumerados, si no se cuenta con voluntad política para aplicar las herramientas necesarias para solucionarlos.

Consulta el Manifiesto #17O de la Alianza Española contra la Pobreza


FUENTE: FIBGAR (PRO DERECHOS HUMANOS Y JURISDICCIÓN UNIVERSAL)

viernes, 17 de octubre de 2014

17 De Octubre: Día Internacional Para La Erradicación De La Pobreza



La observancia del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987. Ese día, más de cien mil personas se congregaron en Trocadero, en París, donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre. Proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar el respeto de esos derechos. Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se descubrió aquel día. Desde entonces, personas de toda condición, creencia y origen social se reúnen el 17 de octubre de cada año para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con los pobres. Se han descubierto réplicas de la losa conmemorativa en todo el mundo, que sirven de punto de encuentro para celebrar el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. Una de esas réplicas está ubicada en el jardín de la Sede de las Naciones Unidas y es el lugar donde se celebra la conmemoración anual que organiza la Secretaría de las Naciones Unidas en Nueva York.

Mediante su resolución 47/196, aprobada el 22 de diciembre de 1992, la Asamblea General declaró el 17 de octubre Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza e invitó a todos los Estados a que dediquen el Día a presentar y promover, según proceda en el contexto nacional, actividades concretas de erradicación de la pobreza y la indigencia. La resolución también invita a las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales a que ayuden a los Estados, cuando éstos lo soliciten, a organizar actividades nacionales para la observancia del Día, y pide al Secretario General que adopte las medidas necesarias, en el marco de los recursos existentes, para velar por el éxito de la observancia por las Naciones Unidas del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.


El 17 de octubre representa una oportunidad para reconocer el esfuerzo y la lucha de las personas que viven en la pobreza, una ocasión para que den a conocer sus problemas y un momento para reconocer que las personas pobres son las primeras en luchar contra la pobreza. La participación de los propios pobres ha tenido una importancia fundamental en la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza desde un principio. La conmemoración del 17 de octubre también refleja la voluntad de las personas que viven en la pobreza de utilizar sus conocimientos para contribuir a erradicar la pobreza.

Con este Día, la Asamblea General de las Naciones Unidas quiere concienciar al mundo sobre la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países. Este objetivo es un elemento fundamental del programa de desarrollo de las Naciones Unidas y sigue siendo el elemento central de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y de la Agenda para el desarrollo después de 2015.

El tema del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza de este año, 2014, es: "No dejar a nadie atrás: pensar, decidir y actuar juntos contra la pobreza extrema". 

Con este lema, se reconoce y se subraya el reto exigente de identificar y asegurar la participación de las personas que viven en condiciones de pobreza extrema y exclusión social en la "agenda para el desarrollo después de 2015" que sustituirá a los Objetivos de Desarrollo del Milenio. 



FUENTE: ONU