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miércoles, 19 de noviembre de 2014

Comienzan los trabajos en busca de Lorca en la Vega de Granada


Los trabajos previos a los sondeos arqueológicos que llevará a cabo un grupo de expertos de distintas universidades nacionales e internaciones en la zona en la que se cree que puede encontrarse la fosa en la que está enterrado el poeta Federico García Lorca, en Alfacar (Granada), arrancaron ayer martes.
Las primeras tareas consistirán en remover unos 600 metros cúbicos de terreno, para lo que la Consejería de Fomento tendrá que instalar unas vallas que rodeen el perímetro de la zona a intervenir y usar maquinaria, lo que se prolongará por alrededor de unos cuatro o cinco días, dando paso a la intervención arqueológica en sí, según han informado a Europa Press fuentes del equipo, coordinado por el arqueólogo Javier Navarro.
Será en una superficie de unos 300 metros cuadrados del conocido como Peñón del Colorado, entre la carretera que une Víznar con Alfacar, en un lugar en el que el mes de diciembre del pasado año un equipo de expertos, liderado también por Navarro, ya localizó con georradar un camino coincidiendo con el antiguo cauce de un arroyo y dos anomalías en el terreno, una de ellas con profundidad suficiente para ser un enterramiento común, en el borde del mismo.
La ubicación de estas dos anomalías coincide con los testimonios recogidos en su día por el periodista Eduardo Molina Fajardo, que señalaban el posible enterramiento en un “pozo alargado” con un color de tierra gris, junto a un pequeño camino (el cauce del arroyo descubierto), hipótesis investigada además después por Miguel Caballero, autor del libro Las 13 últimas horas en la vida de Federico García Lorca.
Sin embargo, el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, incidió, durante la presentación de los trabajos, en que el objetivo no es la búsqueda de los restos del poeta, sino la localización y delimitación de fosas de víctimas de la Guerra Civil, y aclaró que, como en cualquier otro caso, si se encuentran restos óseos se comunicará el hallazgo a un juzgado para que decida al respecto.
Según Navarro, después de conocer la estratigrafía del terreno, gracias al georradar, lo siguiente será ahora retirar el material que cubre la zona estudiada, para después realizar una intervención arqueológica manual para delimitar las anomalías detectadas y hacer sondeos para comprobar la presencia de restos humanos, trabajos que cuentan con un presupuesto de unos 15.000 euros y que podrían prolongarse por un alrededor de unos 10 días.
No se trata de una exhumación, según el arqueólogo, ya que la decisión de ejecutarla corresponde a las familias de las víctimas –los Lorca y los allegados del maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros Joaquín Arcollas y Francisco Galadí, enterrados supuestamente junto a él– o a la administración competente, que podría actuar de oficio.
En el mismo enclave en el que ahora se va a intervenir ya trabajó el equipo de arqueólogos coordinados por Javier Navarro de finales de noviembre a diciembre del año pasado, a iniciativa de la Dirección General de Memoria Democrática, en un espacio ubicado frente al cortijo de Los Llanos de Corvera, conocido también como cortijo ‘Gazpacho’ o ‘Pepino’, a unos 500 metros del Barranco de Víznar, y a unos 400 metros del parque Federico García Lorca, donde la Junta de Andalucía ya lideró en 2009 otro proyecto para la búsqueda de fosas que acabó sin el hallazgo de evidencias de enterramiento alguno o esquirla de hueso.


FUENTE: andalucesdiario.es

martes, 19 de agosto de 2014

Homenaje falangista, en 1937, a Federico García Lorca


He intentado averiguar quién era Luis Hurtado Álvarez, sin resultado, lo único claro es que debía pertenecer a la Falange. Y le hizo su particular homenaje, en una sentida elegía, al poeta del pueblo, a Federico García Lorca, que se publicó el 11 de marzo de 1937, en el semanario Antorcha, cuyo director Nemesio Sabugo Gallego, poeta y catedrático de instituto, fue detenido por las autoridades militares franquistas por su publicación.

Mi intención al transcribir este relato es simplemente dar a conocer este homenaje del bando falangista, quizá desconocido para la mayoría de lectores. Ni juzgo ni opino. 

A LA ESPAÑA IMPERIAL LE HAN ASESINADO SU MEJOR POETA

Conmovido por esta sucesión de formas que sólo la vida puede ofrecernos, en estos días furiosos de lluvia, de sol encadenado, en lo más íntimo de mi ser ha empezado a dolerme tu muerte. He podido, al fin, encontrarme; de vuelta de la guerra. He hallado de nuevo mi sensibilidad olvidada en mi pozo de hombre.

De librería en librería, he ido buscando tus libros, tus poemas.

De una me llevaba el último ejemplar de tu Romancero gitano; de otra, Bodas de Sangre; en esta me decían que hacía unos días, habían vendido los pocos libros tuyos que quedaban; en aquélla -la última-, compro cierta Antología que contiene tus más bellos poemas. Cuántas veces hemos reído juntos al hojear este libro, ese revoltijo de poetastros de todas clases. Mi peregrinación era como un homenaje a tu muerte. Algo así como la alegría que he sentido y no podré jamás escribir.


Yo firmo solemnemente nuestra amistad de entonces, por mi sangre derramada en la más altiva intemperie de un campo de batalla, que Falange Española, ni el ejército de España tomaron parte en tu muerte. La Falange perdona siempre; y olvida. Tú hubieras sido su mejor poeta, porque tus sentimientos eran los de Falange. Querías Patria, Pan y Justicia para todos. Quien se atreva a negarlo miente; su negación es el testimonio más exacto de quien jamás quiso saber de ti. Los hombres sólo nos conocemos cuando hemos llorado juntos muchas veces; cuando hemos convivido durante largo tiempo en la intimidad de las trincheras, allí donde florece la vida más alta. Te sabías poseedor del fuego, de la luz y de la risa. Tu calidad divina de poeta te elevaba sobre las mezquindades de la tierra y, sin embargo, rescatar a los hombres de la impiadosa realidad, redimir su triste vida, condensar en ti el dolor de todos, era una de tus mayores preocupaciones y el eje de tu filosofía. Pero no todos podían comprenderte.

El crimen fue en Granada; sin luz que iluminara ese cielo andaluz que ya posees. Los cien mil violines de la envidia se llevaron tu vida para siempre. Tu cuerpo gigantesco se derrumbó, medroso, ante el golpe brutal de adormidera de los cuchillos de tus enemigos; tu cuerpo gigantesco, faraónico se batió con la inercia en dos mitades y caíste a los pies de tu asesino, tal vez en una isla evidente de poesía. Eras poeta, vivías en tu mundo. Amabas a los hombres, a los pájaros, las naranjas de sal y los corales. Tenías que morir o claudicar tu luz; volver a sus dominios de bandera y de estímulo o entregar tu mirada y tu corcel poético a los verdugos de la poesía, a esos dueños del cieno que no ven más que el mundo, y odiaban a muerte tu frente cuajada de luceros.

Tenías que morir... Eras poeta. Como en tu "Elogio a Doña Juana la Loca". Granada era tu lecho de muerte/Los cipreses tus cirios/La sierra tu retablo.

Se desplomó tu cuerpo para siempre y se borró tu risa de los mapas: y la tierra tembló a través de tus manos de agonía al sentir la llegada de tu espíritu.

Y sin embargo no puedo resignarme a creer que has muerto; tú no puedes morir. La Falange te espera; y su bienvenida es bíblica. Camarada, tu fe te ha salvado: Nadie como tú para sintonizar con la doctrina política y religiosa de la Falange, para glosar sus puntos, sus aspiraciones.

A la España Imperial le han matado su mejor poeta, García Lorca. Falange española, con el brazo en alto, rinde homenaje a tu recuerdo lanzando a los cuatro vientos su PRESENTE más potente.

Tu cuerpo ya es silencio, silencio mudo y sombrío; pero sigues viviendo intensamente vivo, en las formas que laten y en la vida que canta; apóstol de la luz y de la risa. Andalucía y Grecia te recuerdan. ¡Arriba España!


Luis Hurtado Álvarez

lunes, 18 de agosto de 2014

78 Años del Fusilamiento de Federico García Lorca (II). El asesinato de García Lorca. Reconstrucción de un crimen

Por Antonio Rivero Machina


Federico García Lorca, el poeta español más reconocido internacionalmente, símbolo de la mejor época de la poesía española, fue asesinado en Granada en agosto de 1936. Su delito: ser republicano, homosexual y, sobre todo, una voz prodigiosa erigida en contra de las tradiciones más injustas.

Apartando el morbo histórico y el posicionamiento político que aún persiste -sorprendentemente, por otra parte- , el asesinato de Federico García Lorca y de miles de granadinos en las afueras de la ciudad es un hecho que nos debe llenar de indignación y de tristeza a todos. Estallada la sublevación de los militares en Marruecos, comienza el episodio más traumático de nuestra historia. La gente alza el puño o la mano derecha y comienzan a matarse los unos a los otros por ello. Fueron años de barbarie en los que en ambos bandos se asesinaba a sangre fría en fusilamientos colectivos.

En medio de todo esto encontramos personas como Federico, un hombre querido por todos, o más bien por casi todos, los que lo conocían. Un hombre dicharachero, lleno de un ingenio capaz de bordar una magistral alocución sobre la repostería patria, un hombre que no militaba en ningún partido político -"yo soy del partido de los pobres", dijo-, un hombre que mantenía frescas las flores sobre su piano. Pero Lorca también era un hombre que reconocía sin una militancia dogmática su homosexualidad, un hombre que escribía el drama de mujeres que tenían que sacrificar sus vidas por sus maridos, un hombre que iba por los pueblos acercando la cultura y las obras de los clásicos a la gente, un hombre que venía a representar los odios del Movimiento Nacional "restaurador de aquellas tradiciones". Lorca cantó a los negros de Nueva York, a gitanos ajusticiados por guardias civiles, a mujeres aplastadas por el peso de los valores tradicionales. Y lo hacía sin militancia ni dogmatismo, lo hacía con la sinceridad de su voz.

Reconstrucción de su muerte

Intentaré reconstruir cómo le llegó la muerte según la versión más aceptada hoy. Pero no es más que una versión, basada en testimonios y en episodios que, no obstante, no son, en algunos casos, probados de modo absoluto. Aún hoy día, algunos puntos de sus últimas horas siguen siendo un hecho lleno de incógnitas. Pero primero relataremos la muerte como se cree que fue y después podremos interrogarnos sobre qué hay de cierto y qué de especulación en el relato, así como cuáles son las preguntas obvias e inquietantes que se puede hacer un@.

Estalla la guerra civil y Lorca decide abandonar Madrid para volver a Granada, una ciudad más tranquila, con su familia. La ciudad de Granada no fue tomada por los nacionales hasta dos días después del 18 de julio de 1936, quedando aislada, ya que todos los pueblos de alrededor se sumaron o rindieron al ejército sublevado. Una vez tomada Granada, las primeras semanas fueron precarias para las tropas. Se esperaba un fuerte contraataque de los republicanos. Por esto, los sublevados comenzaron una caza de brujas para eliminar a cualquier enemigo en potencia, es decir, los sospechosos de simpatizar con el Frente Popular. Durante los meses que siguieron a la toma de la ciudad, como en tantas otras ciudades, miles de civiles fueron detenidos en sus casas, llevados a lugares de hacinamiento y después fusilados en grupos de unos veinte. En Granada los "paseos" se daban en las afueras, en el Camino del Arzobispo, en el actual término municipal de Alfacar y cerca de Víznar. Las razones de los fusilamientos fueron en muchos casos personales. Bastaba tener cierta credibilidad entre los falangistas y acusar al vecino de ser espía soviético para condenarlo.

García Lorca veía como las detenciones se sucedían y los fusilamientos eran constantes. Por esto decidió refugiarse en el lugar que le pareció más seguro, la casa de la familia Rosales. Luis Rosales, poeta reconocido y apreciado, y José Rosales, jefe de la Falange de las Jons en Granada, eran profundos amigos de Federico. El acto de los Rosales debe tomarse como un acto de valentía y de fidelidad que quizás no todas las personas hubiéramos sabido asumir.

Pasó todo un mes desde la caída de Granada hasta el 16 de agosto, una tropilla derechista, como tantas otras que visitaron tantos hogares españoles con su dedo de guadaña, se presentó en casa de los Rosales para llevarse a Federico. La tropilla estaba liderada por el ex-diputado católico radical por la CEDA -fue diputado de la coalición liderada por Gil Robles entre el 1933 y el 35- Ramón Ruíz Alonso y por su "compadre" Juan Trescastro. Debió de ser muy tensa aquella escena ocurrida en la casa de una familia falangista que protegía a un poeta republicano de conocida homosexualidad. De nada sirvió la oposición de los Rosales, Ramón Ruíz Alonso y los suyos se llevaron al mejor poeta español del siglo XX camino de la muerte. Granadino sombrío, de profesión tipógrafo, Ramón Ruíz Alonso militó en el partido conservador católico "Acción Popular". A él se le atribuye la denuncia y la iniciativa del arresto. Las causas fueron probablemente personales, pero todo es posible en aquellos días de odio. Lorca fue acusado de ser un espía soviético al servicio de Moscú.

Estamos a 16 de agosto. A pocos metros de la casa de los Rosales se encontraba la sede del Gobierno Civil instalado por los rebeldes. A pesar de la cercanía, Lorca fue trasladado en coche y fuertemente escoltado. Entraron por el acceso de la calle Duquesa. Al poeta lo encerraron en una de las habitaciones de la primera planta. Ante el gobernador civil José Valdés, las múltiples gestiones del músico Manuel de Falla para que lo indultaran y las súplicas de Luis Rosales. José Rosales llegó a encañonar con una pistola al gobernador para pedirle que dejara en libertad a Federico, pero todo fue inútil. Valdés, ante estas presiones, consultó a Quiepo de Llano, quien contesta con un "que le den café, mucho café".

La noche del 17 o del 18 de agosto se llevaron a García Lorca del Gobierno Civil. Salió esposado junto al maestro de Pulianas, José Dióscoro Galindo. Escoltado por guardias y falangistas de la llamada "Escuadra Negra", fueron empujados hacia el interior de un coche. A unos nueve kilómetros de la capital se encuentran las localidades de Víznar y Alfacar. Los rebeldes establecieron allí un puesto militar para controlar una posible contraofensiva republicana. Finalmente, el barranco entre estos dos pueblos se convirtió en el lugar de fusilamiento de miles de civiles. Los vehículos que partían del Gobierno Civil ascendían, tras una parada ante el Palacio del Arzobispo Moscoso y Peralta, convertido en cuartel general, hacia Alfacar. Encima de Víznar se encontraba Villa Concha, una residencia de verano para los niños granadinos, que era conocida en el pueblo como La Colonia. La edificación fue empleada como cárcel provisional, un corredor de la muerte fatal. Se cree que durante los días en que Lorca esperaba la muerte fue duramente torturado. Fueron tres días horribles, inhumanos. En la madrugada del 19 al 20 de agosto de aquel 1936, Lorca junto con el maestro José Dióscoro y dos banderilleros miembros de la CNT, uno de ellos era Francisco Galadí, fue conducido a una cuneta del camino de Alfacar, ante un viejo olivar, cerca de la Fuente Grande -los árabes la llamaban Aynadamar o "Fuente de las lágrimas"-. Ahí Lorca fue fusilado junto a los otros y enterrado como tantos en una fosa común sin nombre ni cruz.

Pero son muchas las dudas que un@ se plantea. ¿Quién era Ramón Ruíz Alonso? ¿Qué tenía contra el poeta? ¿Qué pasaba en la Falange granadina? ¿Hubiera sido ignorado Lorca de no ser por la insistencia del tipógrafo? Ruíz Alonso se atribuyó en su día el crimen orgulloso diciendo "no era más que un intelectual rojo, amigo de rojos y además marica". Años más tarde el ex-diputado del CEDA dijo que la detención no fue por iniciativa suya y para muchos cobra fuerza la idea de que alguien le ordenó la detención.

Nada se sabe de modo certero. Nadie implicado ha hablado claro hasta hoy. En cuanto a los Rosales, fueron fuertemente multados y amenazados por su protección y ayuda al poeta. El padre de Federico, rico propietario, designó un abogado para realizar las gestiones de la excarcelación de su hijo, sin saber que ya estaba muerto. Los falangistas difundieron una falsa acta de defunción en la que decía que la causa del fallecimiento fueron heridas de guerra, un mes después de la toma de la ciudad.


En busca de la verdad

La muerte de Lorca fue cantada por poetas y denunciada en todo el mundo. También la Historia clama por el atroz crimen. El primero en investigar el suceso fue el también poeta, traductor de Nicolás Guillén y profesor universitario Claude Couffon, quien entre 1945 y 1950 viajó a Granada. En pleno apogeo del régimen franquista no fue tarea fácil. La muerte de Lorca ha cobrado vigencia en la actualidad por iniciativa entre otros de su biógrafo, el hispanista Ian Gibson. "En Federico García Lorca -señala- confluían todas las circunstancias para ser una presa de alto valor para los fascistas que impusieron el terror en Granada a partir de julio del 36: era de izquierdas, tenía gran éxito como escritor y era homosexual".

La Asociación para la Memoria Histórica, que se encarga de exhumar las fosas de la guerra civil a petición de los familiares que desean dar sepultura digna a sus parientes fusilados, ha comenzado las tareas para hacerlo en Víznar. Lo hacen a petición de Nieves Galindo, nieta de Dióscoro, el maestro de Pulianas, que relata: "Mi padre tenía 27 años cuando se llevaron a mi abuelo. Intentó evitarlo y acabó en la cárcel. Siempre quiso enterrar dignamente a su padre. Tenemos derecho". También el nieto del banderillero Francisco Galadí reclama la exhumación de los cuerpos. La familia del poeta no desea desenterrar el cuerpo de Federico y pide respeto por un lugar sagrado. Sin embargo, añaden que no se van a oponer a los deseos de las otras familias.

Los trámites han comenzado. El alcalde socialista de Alfacar, Juan Caballero, y la Junta de Andalucía quieren seguir adelante con la exhumación. Gibson dice que los restos aportarían importantes datos sobre las circunstancias de la muerte de Lorca y que "Lorca no pertenece a su familia, pertenece a la humanidad". El antropólogo de la Universidad de Granada, Miguel Botella, dice que no será difícil reconocer los cuerpos ya que el banderillero era muy joven y el maestro cojo tras un accidente de tranvía.


Desmemoria histórica

En la actualidad hay quienes quieren mantener la tierra donde está y no removerla. No voy a entrar en consideraciones políticas -porque aunque a quien tenga un poco de sentido común le sorprenda, aún hay quienes justifican, edulcoran o defienden matanzas como las de Granada. [...]-. De lo que sí que voy a hablar, ni siquiera lo voy a juzgar porque pienso que los textos no deben juzgar por los lectores, es del merchandising y el morbo histórico que algunos avispados comerciantes explotan. En el Hotel donde antes estuvo la residencia de los Rosales, se precian en su propaganda de ser el lugar donde "Lorca pasó sus últimos días". También en un restaurante que hay en la tristemente célebre carretera a Alfacar se sirven "lorquianitos" y "brochetas lorquianas".

Pero estos asuntos son ridículas injusticias poéticas. Más triste es ver que a día de hoy aquel Gobernador Civil responsable de la muerte del genio de Fuente Vaqueros, José Valdés, tenga una calle en su honor en el pueblo granadino de Churriana de la Vega.

Apenas quedarán un par de calles para el criminal. Sin embargo, Lorca sigue vivo. Lo está y lo estará siempre, porque la palabra es la única arma que no se oxida, la única arma que merece la pena empuñar.


Publicado entre 2003-2007

78 Años del Fusilamiento de Federico García Lorca (I)


Hoy se cumplen 78 años que estamos, que nos dejaron sin un gran poeta, sin una gran persona; 78 años de un crimen, de uno más entre otros miles... que sesgaba la vida de unos de los grandes poetas y dramaturgos de las letras españolas, máxime figura de la Generación del 27.

Desde aquí, queremos hacerle un pequeño homenaje a este poeta que, aunque internacionalmente conocido, supo llevar la cultura al pueblo, y supo decir como nadie las grandes miserias de España. 

En la madrugada del 18 de agosto de 1936, hoy hace 78 años, Federico García Lorca fue fusilado junto a un olivo en la carretera que une las localidades de Víznar y Alfacar. Se trataba del final de una historia llena de rivalidades políticas en la ciudad en la que habitaba "la peor burguesía de España", como dijo el poeta. También fue el comienzo de otra historia plagada de silencio, un tiempo de fosas cerradas sobre las que se dejaban piedras, desmemoria y vergüenza (El País, 10 de diciembre de 2009). 

Para rendir este pequeño homenaje nos vamos a servir de una de las obras más estremecedoras que se hayan escrito sobre el hecho de su muerte, el poema "El crimen fue en Granada", escrito por otro grande de la literatura española, Don Antonio Machado, en 1937:

EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA

          1.El Crimen

     Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos; 
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
-sangre en la frente y plomo en las entrañas-
... Que fue en Granada el crimen
sabed -¡pobre Granada!-, en su Granada.

          2.  El poeta y la muerte

     Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
-Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque- yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
"Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!".

           3.

     Se le vio caminar...
                          Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!




FUENTES: El País, Wikipedia, Google, federicogarcialorca.net